"Triple Yelmo - Trepa Trail": subida al risco de El Yelmo por tres rutas diferentes.

Todopoderoso Yelmo

TripleYelmo-TrepaTrail es un modesto homenaje al risco más significativo y monumental de la madrileña Pedriza de Manzanares. Consiste en una actividad de distendida carrera a pie que propone subir el risco de El Yelmo por tres rutas diferentes, enlazadas con tres trepadas sencillas -en zapatillas- hasta su cumbre, igualmente por tres trazados distintos.

Cuantos corredores se han internado en La Pedriza guardan en su retina la inconfundible silueta de El Yelmo, rasa los 1.717 metros de altitud y es omnipresente desde el vecino pueblo de Manzanares El Real. Con solo levantar la vista se comprueba que las dimensiones de la roca son soberanas.

Por su cara Sur la roca alcanza 175 metros de vertical y por la cara Norte 95 metros de escarpe. Posee una superficie equivalente a cinco campos de futbol y está catalogada como una de las rocas más grandes del mundo.

Nombrado en la antigüedad como Peña del Diezmo, este gigantesco domo de puro granito debe el nombre actual a su parecido desde la lejanía con un yelmo –suerte de casco usado por los caballeros medievales-. Ya se le citaba así en el Libro de la Montería del rey Alfonso XI, año 1350.

Tres Rutas + Tres Trepadas

Las tres rutas de carrera a pie propuestas son senderos clásicos que llevan a los diferentes flancos de El Yelmo. Mientras que las tres trepadas elegidas son históricos itinerarios que pastores, geólogos y primeros montañeros idearon para alcanzar la cima de la descomunal mole de piedra, antes de que el material de escalada entrase en escena.

Una de las trepadas va en paralelo a la gran Grieta de la cara Noreste, asociada a la primera ascensión registrada de El Yelmo por parte del geólogo Casiano del Prado en 1864, si bien es evidente que los pastores de la zona ya trajinaban por este lógico acceso. Otra transcurre por la vía Valentina -en alusión al guía local Valentín Parra-, surcada por Ultano Kindelan y Pablo Martínez del Río en 1913. Y la tercera enfila el Callejón del Miedo, escalado en 1913 por Pablo Martínez del Río, Luis Ireguas, Joaquín Aguilera y los hermanos Ultano y Juan Antonio Kindelán. *fuentes oficiosas*

Para quién no conozca el entorno, La Pedriza de Manzanares se sitúa al Noroeste de la Comunidad de Madrid, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, y es un espacio natural referente para excursionistas, escaladores y corredores de montaña.

La especial configuración del terreno ha gestado aquí laberínticas formaciones rocosas que son hábitat singular de especies animales, forestales… y también de generaciones de escaladores que abren y repiten sensacionales vías de adherencia en roca –alrededor de 2.500 en la actualidad-. Se trata de la mayor aglomeración de riscos graníticos que existe en Europa. Escenario de fábulas populares, bandoleros de otros tiempos e intrépidos  aventureros.

Trazado castizo y Pedricero

El trazado del TripleYelmo-TrepaTrail comienza en el aparcamiento de El Tranco y la primera subida trotada a la base de El Yelmo se perfila por la Senda Carboneras. Una vez frente a la cara Oeste de El Yelmo la primera trepada se afronta por la vía Valentina hasta el vértice geodésico de la cima –algún paso de III grado-, es la ruta clásica de destrepe para quienes escalan la pared Sur de El Yelmo.

El descenso se realiza por la gran Grieta de la cara Noreste –algún paso de II grado-, utilizada como ascenso/descenso más sencillo por los excursionistas que llegan a la cumbre de El Yelmo. La carrera a pie se retoma camino del collado de La Dehesilla y desciende hasta El Tolmo, otra de las grandes moles graníticas de La Pedriza, para ascender por segunda vez a la base de El Yelmo a través de la Umbría Calderón.

Llegados a la base de la vertiente Norte, la segunda trepada se encara a la derecha de la gran Grieta del Noreste por la que antes hemos bajado –algún paso de III grado-. Si se prefiere es más fácil subir por la propia grieta –algún paso de II grado-. Se desciende ahora por la vía Valentina –algún paso de III grado- por donde antes hemos subido. Continuamos trotando de nuevo cuesta abajo por el caótico Hueco de las Hoces hasta las proximidades de Canto Cochino.

A orillas del río Manzanares iniciamos el tercer ascenso a la base de El Yelmo por el Cordel de La Pedriza, Gran Cañada, Elefantito, Senda Maeso y Pradera de El Yelmo. Desde la cara Sureste, la tercera y última trepada se completa superando el Callejón del Miedo -algún paso de III grado-, a la izquierda del Rompeolas –sector de escalada deportiva-. Se desciende de la cima por la gran Grieta de la cara Noreste –algún paso de II grado-. Y finalmente regresaremos trotando por la Senda Carboneras hasta bajar al aparcamiento de El Tranco, punto de inicio y final de la actividad.

Trébol de gran desnivel y adherencia

Los corredores que gusten de recorridos técnicos, disfrutarán mucho en los tres ascensos y descensos de carrera a pie de esta ruta netamente pedricera. En el caso de las trepadas cabe recordar que no se trata de escaladas con material específico y cuerda, sino de trepadas relativamente fáciles en las que el corredor de montaña progresa con pies y manos sin asegurar, por lo que ha de poseer técnica y experiencia en la trepada y confianza en la adherencia de sus zapatillas. Por supuesto anteponiendo sentido común pues no es lo mismo tropezar en plena carrera, por aparatoso que sea el revolcón, que sufrir una caída a considerable distancia del suelo.

Un buen recurso para afrontar estas rutas técnicas con trepadas incluidas es “recauchutar” las zapatillas de trail con suelas de goma adherente, tipo Five Ten Dotty o Vibram New Bouder. Con ellas es factible encarar trepadas –en seco- con notable seguridad, sobre ángulos de roca de moderada inclinación en canchales o cresterías que deportivamente suponen algo más que correr. Siempre bajo la máxima de trepar por donde también seamos capaces de destrepar cuando el avance se complique.

Pedriza infinita

Consultado el GPS, el TripleYelmo-TrepaTrail suma 18,600 kilómetros y 4.600 metros de desniveles en subidas y bajadas. En el bautizo de la ruta empleamos algo más de cinco horas a ritmo muy cómodo, incluyendo numerosas paradas para la colección de fotos. Cabe recordar que salvo en el tórrido verano es factible reponer agua en manantiales y arroyos. Por supuesto, una vez finalizada la actividad es aconsejable acopiar avituallamiento culinario e hidratación cervecera en el castizo bar El Peñote, situado en el mismo aparcamiento de El Tranco. Insuperables su tortilla de patata y su Cocido Madrileño preparados por el amigo Sergio.

Sabido es que los corredores de montaña en ocasiones pecamos de transitar por los senderos de siempre sin levantar la vista más allá del cronómetro. Desde luego si salimos de los itinerarios más trillados y nos olvidamos del reloj, en La Pedriza de Manzanares las aventuras se prometen condensadas por todos sus costados. Si además repasamos las antiguas leyendas y crónicas sobre ocultos rincones, grandes paredes y avezados personajes, daremos un valor añadido a las rutas que emprendamos en este espacio natural e histórico único. ¡Solo hay que poner pies y manos en acción!

Más Información aquí